Piano y cine son dos artes que no han conseguido complementarse de forma plena a lo largo de la historia. Si bien existen films históricos en los que el piano es protagonista, creo que no se ha conseguido dar crédito ni al piano ni a los pianistas en el séptimo arte.
Para ilustrar esta afirmación basta con que echemos una miradita a las películas que mejor tenemos en la memoria, las de los últimos años. Podemos comenzar con " El pianista " de Roman Polanski, una película en la que el actor principal interpreta a Wladyslaw Szpilman y que nos muestra la crudeza de la segunda guerra mundial. Como largometraje puede que sea entretenido pero definitívamente no cumple las expectativas si lo que desea es contarnos las experiencias reales de un pianista perseguido por los Nazis. Escenas como cuando el pianista toca la primera balada de Chopin tras estar cuatro años escondido entre el frío y sin tocar hacen al film muy poco realista.
Otra película que gozó de la popularidad y la admiración del público fue " La pianista " de Michael Haneke. Basada en su obra literaria homónima nos traslada a Viena y nos narra la historia de una obsesionada profesora de piano que termina siendo presa de sus miedos y sus desviaciones sexuales. Pianísticamente puede ser mas interesante que el pianista de Polanski, podemos ver clases, piezas del repertorio pianístico, salas de concierto..... las imágenes pueden llegar a ser impactantes en momentos del film.
Nos detenemos ahora en otras películas que han tenido a pianistas verdaderos como protagonistas. En primer lugar voy a relatar " Shine ", la mas conocidad y que fue un boom al rededor de 1997, aquí si que el mundo pianístico toma fuerza y la película nos muestra la vida de un joven pianista que lucha por la fama y el reconocimiento, al rededor de piezas tan famosas como la Polonesa Heroica de Chopin, la Campanela de Liszt o el concierto número tres de Rachmaninov seguiremos al protagonista hasta su locura mental. La película está basada en el mediocre pianista David Helfgot, y digo mediocre porque la realiad ha terminado quitándole la razón a la ficción, el australiano es vendido en la película como un genio mientras que en la realidad se dedica a hacer espectáculos a lo Richard Clyderman. A pesar de todo es una película recomendable para pianistas y aficionados.
La segunda película que relataré es la mas técnica y menos comercial, " 32 Fimes cortos sobre Glenn Gould " . Las escenas cortas se entrelazan para mostrarnos a Gould en estado puro. Puede llegar a ser estresante un largometraje que ahonda en la traumática y paranoide vida del pianista canadiense pero al mismo tiempo estamos ante una película que honrra al piano, a la música y al cine con su espectacular puesta en escena.
Aquí les dejo una escena de la película sobre Gould.
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